La destitución de Jorge Sampaoli del Sevilla FC es una decisión injusta y precipitada que no soluciona los problemas del equipo. El técnico argentino ha sido el chivo expiatorio de una directiva que no ha sabido gestionar la crisis deportiva e institucional que vive el club desde hace meses.
Sampaoli llegó al Sevilla con la ilusión de devolver al equipo a los puestos europeos y con un estilo de juego ofensivo y atractivo. Sin embargo, se encontró con una plantilla descompensada, sin refuerzos de calidad y con una falta de compromiso de algunos jugadores. A pesar de ello, el entrenador logró clasificar al Sevilla para los cuartos de final de la Europa League, donde se enfrentará al Manchester United, uno de los favoritos al título.
El problema del Sevilla no es Sampaoli, sino la directiva. El presidente José Castro y el director deportivo Monchi han sido incapaces de planificar una temporada ilusionante para la afición y han dejado al equipo en manos de un entrenador sin respaldo ni confianza. Además, han cometido errores graves como la falta de compra en el mercado de invierno.

La destitución de Sampaoli no va a cambiar la situación del equipo, que está a dos puntos del descenso y con un calendario complicado por delante. El Sevilla necesita un proyecto serio y a largo plazo, no cambios constantes en el banquillo. Da igual quien venga ahora, sea Mendilíbar, Bordalás o cualquier otro técnico. Sin un cambio profundo en la directiva y en la mentalidad del club, el Sevilla seguirá siendo el equipo que por desgracia está demostrando ser esta temporada.
La destitución de Sampaoli ha generado reacciones encontradas entre los aficionados, los jugadores y los medios de comunicación. Algunos apoyan la decisión y consideran que el técnico ha perdido el rumbo y la confianza del vestuario, mientras que otros la critican y creen que es una medida desproporcionada y tardía que no garantiza la salvación.
El factor económico también ha pesado a la hora de tomar la decisión. Según algunas informaciones, el Sevilla tendría que pagar unos 6 millones de euros a Sampaoli por rescindir su contrato, una cantidad muy elevada para las arcas del club. Además, habría que sumar el coste del nuevo entrenador y su cuerpo técnico.
La pregunta ahora es si el cambio de entrenador servirá para revertir la situación o si será demasiado tarde. El Sevilla se juega mucho en las próximas jornadas, tanto en Liga como en Europa League. El equipo necesita recuperar la confianza, la solvencia defensiva y la eficacia ofensiva que le han faltado en muchos partidos. Sólo así podrá evitar un descenso histórico y mantener vivo el sueño europeo.
