Jude Bellingham guía al Real Madrid a la victoria generando un festival de fútbol del conjunto blanco. Vinicius y Joselu se sumaron a la fiesta (4-0). Lo diferente del partido fue el dúo defensivo poco ortodoxo que sacó Ancelotti: Rüdiger y Tchouaméni.

En el Coliseo del Santiago Bernabéu estaba lista la ‘pista de baile’ y el Real Madrid salió con un once distinto. Ante la baja por sanción de Nacho Fernández (tres partidos de sanción), fue Tchouaméni el elegido para ocupar la posición de central, acompañando así a Antonio Rüdiger.

A los ‘vikingos’ se les había atragantado en casa, el equipo rojillo en la competición liguera: 0-0 en la temporada 2021/22 y 1-1 en la pasada temporada. Era un partido decisivo para aguantar el liderato antes del parón de selecciones. Así se demostró en el partido.

Un inicio fulgurante de ‘los blancos’

Los primeros minutos del Real Madrid eran una declaración de intenciones, querían ganar con autoridad. Solo les bastó 9 minutos para encontrar el primero. Obra de una gran jugada colectiva por la banda derecha y un gran pase de Carvajal para que Bellingham la mandase a guardar. El fondo sur cantó la canción de los Beattles ‘Hey Jude‘, que ya está siendo una costumbre cantarlo después del repertorio del británico.

Osasuna no pudo reaccionar ante este gol, les costó encontrar la portería custodiada por Kepa. El acercamiento a destacar fue ese latigazo desde la frontal de Moncayola, pero fuera de los tres palos. Bellingham estuvo omnipresente, bajando a recuperar balones y generando las jugadas de ataque. Hace posible lo imposible con su talento.

Llegó el descanso después de la primera amarilla del partido, para Rüdiger, algo que no le cayó bien a la afición merengue. Corearon la conocida frase: «Corrupción en la federación«. Esta amarilla pone en juego la defensa del Real Madrid en futuros partidos, esta es su cuarta tarjeta. Ahora Ancelotti tiene un problema que resolver: o arriesgar al defensa alemán ante el Sevilla FC o reservarlo para el Clásico.

El contraataque alejó las esperanzas rojillas

La segunda parte comenzó igual que la primera parte, Bellingham seguía a lo suyo, llevar las riendas del partido. En el minuto 54 una genialidad de jugada entre Fede Valverde y el inglés, una pared perfecta para que Jude pusiera el segundo.

Este segundo gol cayó como un jarro de agua fría para Osasuna. 11 minutos después una contra perfecta en la banda izquierda empezada por Valverde y acabada por Vinicius Jr. para el 3-0. Después de este momento, cuatro minutos bastaron para que Vinicius le regalara el gol a Joselu tras un control exquisito. Otro contragolpe preciso para cerrar el partido.

En el 84′ ocurrió algo de lo más peculiar, la grada coreó: «queremos la manita«, minutos más tarde David García cometió penalti por mano y Joselu falló la pena máxima. Sergio Herrera lo paró y en la segunda jugada atajó el balón. Después de atajar, hizo un gesto a la grada con el dedo índice diciendo que ‘no‘, la ‘manita no se hace‘. La grada le insultó llamándole ‘tonto’, pero al final Sergio Herrera pidió perdón al público.

Un partido certero del líder, que amarra su trono antes del parón de selecciones, Bellingham y Joselu siguen su paso y Vinicius recupera la sonrisa. Victoria necesaria para dormir primero a tres puntos del Barça y a dos del Girona.