FOTO | LEGION HOOPS
El calendario NBA y la cantidad de partidos que se juegan hacen muy difícil mantener las buenas rachas durante todo el año. Los jugadores, y por ende los equipos, pasan por tramos buenísimos que acaban de sopetón, como ese romance en el que parece que todo va bien y de repente, de un día para otro, uno de los dos empieza a desenamorarse y acabas mirando con nostalgia y pena lo que parecía que iba a durar mucho. La prisa y la inmediatez con la que vivimos ahora no permite a nadie tener un día malo (o muchos).
La historia de amor de Lillard en Milwaukee había empezado con buen pie. El verano fue ajetreado y la llegada del base californiano elevaba el nivel competitivo de los Bucks al máximo nivel. El exjugador de los Portland Trail Blazer parecía solucionar todos los problemas que venía teniendo la plantilla liderada por Giannis Antetokounmpo: el ataque 5 contra 5, el tiro exterior, y un jugador clutch para cerrar partidos. Debutó con 39 puntos contra Phildadelphia dejando claro que esto iba en serio, que los Bucks habían conseguido a una superestrella. Pero anoche tuvieron el primer bache perdiendo contra los Atlanta Hawks en casa, y Lillard acabó el partido con 6 puntos y 5 asistencias (6 pérdidas) en 29 minutos anotando solo dos canastas en juego (2/12 en tiros de campo, los dos triples) y yendo 0 veces a la línea de tiros libres, algo que no es frecuente en su carrera. Un doble-doble de Giannis (26 puntos y 11 rebotes) y 18 puntos de Malik Beasley no fueron suficientes para evitar la primera derrota de la temporada. El año pasado la franquicia de Wisconsin inició la temporada con la mejor racha de la NBA, 9 victorias consecutivas.
Uno de los fichajes que mas me gustó este verano fue la llegada de Gabe Vincent a Los Ángeles Lakers. Yo pensaba que llegaría para ocupar la posición de base titular y que mandaría a D’Angelo Russel a liderar la segunda unidad. Para rodear a LeBron James es clave tener manejadores de balón que puedan quitarle presión en ataque las posesiones en las que él no dirija el juego y el exbase de los Miami Heat cuadra perfecto en ese rol. Darvin Ham no opina lo mismo, y como de esto sabe muchísimo más que yo, le sigue sacando desde el banquillo. Anoche en 31 minutos solo anotó 2 puntos, y en el debut versus Phoenix anotó 7 en 35 minutos. Todavía no ha metido un triple esta temporada (0/7) y lleva más faltas que canastas en juego anotadas. Ni unos Davis (30 puntos, 16 rebotes y 3 tapones) y LeBron (27 puntos, 15 rebotes y 8 asistencias) extratosféricos fueron suficientes para ganar a sus vecinos de Sacramento, que llevaron el partido a la prórroga con un De’Aaron Fox que anotó 37 puntos y repartió 8 asistencias.
Hace días hablábamos del buen debut de Víctor Wembanyama y de como parecía impactar desde el día uno. Ayer anotó 11 puntos y capturó 5 rebotes en 26 minutos contra Los Ángeles Clippers que arrasaron y se fueron con una ventaja de casi 20 puntos al descanso. El pívot francés sigue teniendo problemas con el mantenimiento del balón y volvió a perder 5 balones. Mientras los Spurs sigan sin ser una plantilla más o menos competitiva será difícil sacar conclusiones, más allá de que el número 1 del draft tiene unas cualidades absurdas si tienes en cuenta que mide 2’26. Veremos si consigue estabilizarse y ser regular evitando lesiones e iluminando a la franquicia tejana durante toda la temporada.
Los baches y vaivenes son normales, rendir al 100% durante todo el año es difícil. Pero igual que pasa todo muy rápido para las cosas buenas también lo hace para las malas, y es importante mantener la cabeza fría y no precipitarse ni en una situación ni en la otra. Como lleva por bandera Ricky Rubio; «Never too high, never too low».
