FOTO | NBA
Ya hemos hablado aquí del buen núcleo joven que tienen los Orlando Magic. La reconstrucción tras la salida de Vučević había tardado en asentarse pero parecen haber encontrado los cimientos para construir una plantilla de garantías, a falta aún de poder hacer algún movimiento que levante su suelo competitivo y ponga a la plantilla de Florida en un escalón más alto en la conferencia este.
De momento van segundos en la conferencia este con la racha de victorias más larga de la NBA y están primeros en su grupo del In-Season Tournament.


Cuando hablo de juventud veterana hablo sobre todo de las dos estrellas: Paolo Banchero y Franz Wagner. Aun siendo dos jugadores muy jóvenes (21 y 22 años respectivamente) parecen tener esa inteligencia y cabeza que muchas veces es difícil ver en jugadores de su edad. Los dos entienden el partido, saben llevar las posesiones de manera controlada, no se precipitan y toman buenas decisiones que les hacen sacar el máximo rendimiento de si mismos y de sus compañeros. Se combinan bien, se multiplican y saben dar un paso al lado y aportar de otra forma cuando es el otro el que lleva las riendas del ataque. Como equipo meten un 47,8% de sus puntos desde la pintura, el equipo que más puntos mete en segunda oportunidad y su banquillo es el segundo que más puntos aporta de la NBA. Son un equipo muy equilibrado en ataque, con muchas opciones y todas muy complementarias.


Pero el éxito de esta franquicia no solo va ligado al gran desarrollo de estos dos jugadores y a una ofensiva bien entrenada y organizada, sino también a una mejora abismal en el aspecto defensivo, que les ha llevado a convertirse en uno de los mejores equipos de toda la NBA. Son segundos en robos por partido, quintos en Net Rating, el equipo que más puntos mete en segunda oportunidad y terceros en deflections. Todo esto les lleva a la estadística general importante, son la tercera mejor defensa de la NBA. Jugadores como Jonathan Isaac o incluso Goga Bitadze están siendo claves en este aspecto cambiando en los bloqueos y haciendo de Orlando una defensa versátil y grande, dónde el defensor suele ser más grande que el jugador atacante, y ponen en apuros a los jugadores exteriores no dejándoles atacar con fluidez. Todo esto ahora mismo sin dos jugadores titulares, Markelle Fultz y Wendell Carter, que están fuera por lesión y cuando vuelvan elevarán aún más el nivel del equipo.
Uno de los principales culpables de todo esto es Jamahl Mosley. Él y su staff han transformado en solo dos años un equipo en rescontrucción en un equipo competitivo que va a pelear en lo alto de la conferencia este y que se codea, de momento, con los tres grandes de la conferencia: Boston Celtics, Milwaukee Bucks y Philadelphia 76ers.
