Finales de diciembre – principios de enero suelen ser epocas díficiles para los jóvenes. Suelen acumularse todos los exámenes y parece que justo cuando tenías unas vacaciones, tienes que ponerte al 100% para estudiar. Los jugadores jóvenes de la NBA viven en una evaluación constante y se someten a exámenes todos los partidos, dónde son juzgados por un público con mucha prisa, y que espera de ellos el máximo en muy poco tiempo. A veces se ponen unas expectativas muy altas sobre jugadores que tienen solo 18/19 años y si no las cumplen en la primera o segunda temporada la gente se olvida de ellos y se les manda al saco de jugadores que no fueron lo que parecía que iban a ser.

La camada de rookies está siendo eclipsada por los dos unicornios que lideran la carrera por el rookie del año. Chet Holmgren y Victor Wembanyama están teniendo una trepidante carrera por el premio, y que se decidirá según sigan jugando en lo que queda de temporada. Todos les teníamos en cuenta como candidatos a este premio aunque el jugador francés partía como claro favorito. Creo firmemente que los dos están cumpliendo las expectativas y están dando a sus equipos motivos con los que ilusionarse (aunque los Spurs sean uno de los peores equipos de la NBA).


Detrás de ellos una nube de jugadores haciendo muy buen trabajo legitiman la clase media de esta camada que parece tener impacto real e inmediato en sus respectivos equipos. Estamos viendo a Jaime Jáquez Jr ser un jugador importantísimo en los Miami Heat jugando 28 minutos por noche. Está anotando, defendiendo y sirviendo a su equipo en todas las facetas que necesita un equipo competidor como son los Heat. No debe sorprender a nadie que un jugador tan experimentado con esa sensibilidad por el baloncesto haya encajado tan bien en la heat culture y parezca un veterano más de la plantilla dirigida por Erik Spoelstra. También está Dereck Lively, que está siendo una grata sorpresa en los Dallas Mavericks. Este tipo de pivots es el que todos pensábamos para acompañar a Luka Doncic. Una amenaza vertical en el pick and roll, atlético y con presencia para aprovecharse de las ventajas que genera Luka en continuaciones a canasta. Tuvo que abandonar el partido el otro día por un problema de tobillo que esperemos que no sea nada y pueda volver pronto a las canchas. También Scoot Henderson, que pese al poco rendimiento de su equipo y a lo mal que había empezado la temporada parece estar encontrándose y adaptándose al nivel NBA y que puede ser un atisbo de luminosidad en unos blazers que se darían con un canto en los dientes si encontrasen en él un jugador sobre el que construir en su primer año de tankeo.



Más por debajo del radar están jugadores como Hawkins de los Pelicans con 10 puntos por partido en 24 minutos y siendo importante en un equipo de playin; Keyonte George de los Utah Jazz que promedia 10 puntos y 5 asistencias en 25 minutos; Brandon Miller, número 3 del draft en los Charlotte Hornets, que el pésimo nivel de su equipo le está eclipsando un poco pero aún así anota casi 15 puntos con 39% en triples o Podziemski que juega de titular ahora en los Warriors y está acompañando a Curry en los puestos de guard promediando 8,5 puntos con 40% en tiros de 3.
Podría seguir enumerando jugadores y sus estadísticas pero espero que con esto sirva para poner en valor el impacto de estos jugadores que en su primera temporada en la NBA influyen (algunos más que otros) en su equipo desde el primer día y dan a sus equipos motivos por los que confiar en ellos.
Os dejo a continuación el enlace para visitiar el Rookie Ladder de la NBA escrito por Steve Aschburner y que sirve como complemento a todo lo explicado aquí hoy: https://www.nba.com/news/kia-rookie-ladder-dec-13-2023-edition. ¿Serán capaces estos rookies de aprobar a final de curso? ¿O tendrán aún muchas cosas que demostrarnos el siguiente año?
