FOTO VÍA | NBC Sports

La NBA es una competición maravillosa que está llena de narrativas e historias que te hacen engancharte a la liga. Este inicio de temporada estábamos todos pendientes de la racha de derrotas de los Detroit Pistons. Estaban igualándose con los peores equipos de la historia como los Bobcats de la 11-12 o los Sixers de ‘The Process’ llegando a perder 28 partidos seguidos pero esta noche por fin ha acabado la racha.

Se enfrentaban a los Toronto Raptors que acababan de anunciar el traspaso de Anunoby, Flynn y Achiuwa a Nueva York por Barret, Quickley y una segunda ronda. Conclusión: ninguno de los jugadores traspasados iba a jugar, y todavía no había dado tiempo a que llegasen los jugadores recibidos así que los Raptors llegaban con 10 jugadores al partido en Detroit.

Ya venía jugando bien la plantilla entrenada por Monty Williams en los últimos partidos. Perdieron contra Boston Celtics en la prórroga tras una decisión polémica en su contra y habían estado cerca de ganar a los Nets dos días antes. Cade Cunningham estaba jugando a un nivel increíble y daba la sensación de que pronto llegaría la victoria. Y llegó. Ayer el partido empezó genial y consiguieron irse ganando al descanso, y aguantaron la segunda parte pese al buen partido de Siakam y de Schroder. El número 1 del draft de 2021 hizo un partidazo y demostró por qué es el jugador franquicia (aunque sea la peor de la NBA). 30 puntos con 12 asistencias y acompañado de 19 puntos de Bogdanovic y un doble-doble de Jalen Duren (18/17) fueron suficientes para asegurar la victoria tras 2 meses de todo derrotas.

La temporada sigue siendo desastrosa y todas esas cosas, pero el haber conseguido por fin una victoria seguro que revitaliza un poco al equipo. La temporada ya está tirada a la basura y el equipo tiene que seguir ganando si no quiere tener el peor record de la historia de la NBA.