10 jugadores que se juegan mucho en la temporada 2024-2025.

FOTO VÍA: NBA Maniacs.

Una de las cosas más atractivas en la NBA es que es una liga muy cambiante. Jugadores de segunda fila explotan y se hacen un hueco en la mesa de los mejores jugadores de la liga, y aunque el talento de muchos jugadores top es inmenso, hay veces que la propia subida de estas estrellas hace que otras bajen escalones. Hay jugadores que se han ganado la potestad de tener temporadas no muy buenas sin temor a que su estatus cambie, pero hay jugadores en tierra de nadie que están a un año malo de caerse de su asiento y bajar rodando hacia el grupo de jugadores que mucho tienen que cambiar las cosas para que les percibamos de mejor manera. Por eso, vamos a hablar de algunos casos que por diferentes motivos necesitan que esta temporada les vaya bien, ya sea porque están a la espera de una renovación contractual, porque han tenido problemas de salud estando en el punto de mira o porque simplemente el público general está empezando a perder la esperanza.

1. DAMIAN LILLARD.
La llegada del base procedente de Portland a los Bucks pintaba a dupla histórica con Giannis. Sobre el papel encajaba a la perfección desatascándoles en ataque para partidos igualados y ofreciendo un pick and roll letal con Antetokounmpo. Bueno, pues nada de esto ocurrió. No sé si es que no llegaron a entenderse, que el entrenador no les puso en posiciones en las que los dos se sentían cómodos o simplemente que no es una jugada tan efectiva como parecía sobre el papel. Siempre se generó una narrativa de que Portland nunca le rodeó de la gente necesaria para competir por el anillo y que siempre rindió por encima de sus capacidades intentando llevar a los Blazers hacia el anillo. Ahora en Milwaukee tiene una plantilla alrededor confeccionada para optar a todo, con dos buenos fichajes en los puestos exteriores como son Prince y Trent para cubrirle las espaldas y no dejarle tan expuesto contra grandes jugadores ofensivos en posiciones de guard. Aunque tenga contrato para dos años más (54 y 58 millones respectivamente) en este caso lo que se está jugando es la imagen que tengamos de él, que sabemos que a los jugadores estrellas en la NBA les importa bastante. Necesitan de su máxima versión para optar a algo en el este, teniendo que batir a los 3 equipos que sobre el papel están mejor que ellos: Celtics, Sixers y Knicks.

Los Bucks son un equipo que puede encontrarse con muchos problemas de comportamiento en los vestuarios si las cosas no van bien. El mejunje Doc Rivers – Giannis – Lillard es una bomba de relojería. Giannis ya ha dado una entrevista dejando titulares raros hablando de una posibilidad en el que sale traspasado… huele muy raro. Foto vía: Claro Sports.

2. BRANDOM INGRAM.

La situación de este jugador puede ser una de las mas complicadas de toda la liga. Un jugador que ha perdido todo tipo de interés y que los propios Pelicans están pensando en abandonar. Lleva ya muchos años estancado en una mediocridad preocupante para un jugador que venía para ser una especie de Kevin Durant: anotador a todos los niveles, que lanza por encima de sus defensores y se le caen los puntos de las manos. La llegada de Dejounte Murray a los Pelicans compromete muchísimo dinero, y con la falta de un pívot puro al lado de Zion no parece que quieran invertir ese dinero en un jugador como Ingram. Entre esa extensión que tienes que firmarle y la falta de carácter que ha demostrado en partidos importantes (tanto playoffs como partidos con la selección) se ha convertido en un jugador que si no es por un módico precio prefieres no tenerle en tus filas. Sonó para equipos como Sacramento con cierto margen salarial pero la llegada de DeRozan se llevó por delante la opción. El año pasado fue su temporada más baja en anotación desde que llegó a Nueva Orleans aunque fue el año que más partidos jugó. Un buen rendimiento esta temporada le lleva a la agencia libre con posibilidad de llevarse un buen contrato pero como siga en el plan de la temporada pasada ese dinero no se lo va a llevar.

3. BEN SIMMONS.

Nuevo entrenador y, con la salida de Bridges y recuperación de sus rondas, nuevo proyecto en general. Ben Simmons lleva sin ser un jugador de baloncesto casi desde que salió de Philadelphia. Ha jugado 57 partidos en las tres últimas temporadas y no se ha parecido en nada al jugador que fue varias veces all-star en los Sixers antes del traspaso pro James Harden. 6 puntos por partido con las mismas faltas que canastas desde que llegó a Brooklyn y una falta de superioridad física que repercute claramente en su juego. Un base todoterreno que defendía, pasaba y anotaba cerca de canasta gracias a esa diferencia de tamaño con el resto de jugadores en su posición y esa velocidad para lanzarse al contrataque nada más rebotear. Sus problemas tanto físicos como psicológicos no nos han dejado ver si lo que pasó en la eliminatoria con Atlanta fue cosa de un solo día o es su dinámica habitual. Jordi Fernández ya ha declarado que quiere que sea un jugador clave en el equipo y que esperar recuperar de él su mejor versión pero solo será posible si consigue estar disponible. Está en último año de contrato y el año que viene será agente libre restringido. Ha estado ganando una millonada y como no demuestre que puede volver a ser un jugador importante de la liga esos millones serán muchísimos menos en el siguiente contrato.

Ben Simmons y Brandom Ingram fueron el número 1 y 2 respectivamente del draft de 2016 y los dos empezaron sus carreras con un impacto brutal en sus equipos. Ingram salió dirección Pelicans y allí gano el MIP. Ben Simmons tuvo impacto inmediato aunque todo acabó con esa no-bandeja contra los Hawks. Foto vía: Pelicans Debrief.

4 Y 5. DARIUS GARLAND Y EBAN MOBLEY.

Cleveland tiene cosas que solucionar por partida doble. La renovación de Mitchell afianza este proyecto y necesita de todos sus efectivos para ser considerado en la parte alta de la conferencia este. El año pasado la mejor etapa del equipos fue con estos dos jugadores lesionados y Jarret Allen y Donovan Mitchell jugando al más estilo Rockets de Harden con un pick and roll muy básico y tiradores abiertos que podían defender. Que tu equipo tenga su mejor tramo de la temporada sin ti es una muy mala noticia y aún así sois considerados dos de las piezas fundamentales del proyecto y os han traído un nuevo entrenador que quiere que el balón pase mucho más por vuestras manos (incluso este verano han renovado a Mobley). Donovan Mitchell ya ha demostrado ser una estrella de esta liga y Jarret Allen es lo que es, un pívot cumplidor defensivo que acompaña perfecto al resto del equipo. Necesitan que Mobley pueda ser una amenaza desde la media y larga distancia para no ocupar los mismos espacios que Allen. Y Garland necesita volver a ser un base funcional. Ha perdido toda esencia que parecía tener antes de que llegase Mitchell y no queda nada del base que enamoró a todos compartiendo backcourt con Sexton y Ricky. Las presiones desde el entorno de Mitchell pueden llegar si otra vez vuelve a verse un poco solo para liderar al equipo y Garland y Mobley son dos piezas que pueden ser muy valiosas en el mercado si buscas intercambiarles con jugadores de rotación o incluso una segunda estrella. Kenny Atkinson tiene un papelón importantísimo esta temporada pero no sería la primera vez que reconduce un proyecto.

Foto vía: Claro Sports.

6. TRAE YOUNG.

Ni Quin Snyder ni Dejounte Murray han valido para que los Hawks de Trae Young vuelvan a tener algo de repercusión en la conferencia este que llevan en tierra de nadie desde las finales de conferencia de 2021. Este verano estuvo en boca de todos porque sonó en traspasos que le mandaban a San Antonio Spurs o Los Ángeles Lakers después de que su equipo no le tachase de jugador intransferible como si hicieron con Jalen Johnson, por ejemplo. Los dos últimos años dándose golpes en postemporada han llevado al equipo a un estado de semirreconstrucción tras tener la suerte de conseguir el número 1 del draft en la lotería. Como los jugadores jóvenes sigan desarrollándose no sería extraño que los Hawks quisieran deshacerse de Trae Young consiguiendo jugadores jóvenes y picks de draft de los próximos años. Y es exactamente por esto por lo que digo que Trae Young se juega mucho esta temporada. Si vuelve al nivel de estrella que ha demostrado y recupera ese status que tenía de all-star perenne es muy probable que un equipo ponga todo el fuego en el asador para hacerse con él.

7. JORDAN POOLE.

Washington es un desierto. El equipo no tienen muchos objetivos más allá del desarrollo de los jugadores jóvenes y entre ellos tiene que está la recuperación de Jordan Poole como jugador de baloncesto. Está cogiendo una posición peligrosa de jugador del que la gente se olvida y todavía le quedan por cobrar más de 90 millones repartidos en tres temporadas. Como no demuestre ser una pieza que puede acompañar a los jugadores jóvenes como Sarr, Coulibaly o Carrington va a salir de allí más pronto que tarde. Su temporada pasada fue la peor desde 2021 y sigue siendo un desastre con su regularidad no solo de un partido a otro sino dentro de los propios partidos donde tiene cuartos explosivos y otros en los que desaparece del todo. Es posible que no volvamos a ver a ese jugador tan especial que salía desde el banquillo en los Warriors campeones de 2022 pero, joder, tiene todavía 25 años y me niego a darle por acabado. Solo necesita recuperar esa chispa ofensiva para salir desde el banquillo o convertirse en un jugador muchos más regular. Ojalá lo consiga porque era una especie de mini Curry cuando compartía equipo con él y molaba un montón verle jugar.

8. CADE CUNNINGHAM.

Ya va siendo hora de que los Detroit Pistons empiecen a ser un equipo lejos de la mediocridad y Cade tiene que ser uno de los motivos por lo que esta franquicia despega. Es el número 1 con peor winrate de la historia y los Pistons son el equipo con más derrotas desde que empezase la década. No puedes ser un jugador generacional si no puedes convertir a tu equipo en un equipo que no sea una pena verlo, y Cade venía a la liga para serlo. Este año el equipo se ha reforzado con jugadores veteranos con la idea de crear una cultura un poco más ganadora y que no se deje llevar durante los partidos. El año pasado cogieron una racha tan mala que se convirtieron en el mayor hazmerreír de las grandes ligas americanas e incluso era tal la burla que los equipos se esforzaban al 100% para no ser ellos a los que estos habían ganado. Una buena temporada de Cade con un nivel competitivo que al menos les haga llegar entre navidad y el parón del all-star cerca de la zona de Play-in será suficiente como para intentar salir del hoyo en el que llevan casi desde 2020.

Fueron los líderes de los dos peores equipos de la NBA la temporada pasada y se pelearan por el número 1 del draft este año. Sus equipos necesitan de sus mejores versiones para empezar a ver la luz. Foto vía: The Detroit News.

9. MICHAEL PORTER JR.

Los Denver Nuggets llevan dos años viendo como salen efectivos importantes de allí por temas económicos y el equipo cada vez se va quedando más corto. Necesitan de jugadores que a priori serían jugadores secundarios que tengan roles mucho más importantes. Algo que hemos aprendido con el nuevo convenio es que los jugadores que tienen sueldo de estrella se tienen que comportar como tal, porque superar ciertos límites salariales compromete mucho el futuro de tu plantilla. No vale que un jugador con un máximo no sea completamente determinante porque la propia franquicia puede tomar la decisión de sacarlo y utilizar el dinero invertido en dos o tres jugadores de rotación que sirvan. Michael Porter Jr firmó un contratazo que le asegura más o menos 40 millones anuales hasta 2027 y este año ha jugado por debajo de las expectativas anotando 16,7 puntos por partido, menos que al año anterior. También fue el peor año de su carrera en porcentaje de triples, siendo el único que se ha quedado por debajo del 40%. La salida de Kentavious limite mucho más las posibilidades ofensivas de los Nuggets que dependerán más aún si cabe de Jokic y Murray, y ahí es dónde tiene que aparecer él. Si el equipo quiere que se les tenga en cuenta en la pelea de la conferencia oeste necesitan que Michael Porter evolucione a un anotador mucho más masivo con una capacidad de élite en el tiro y teniendo mucha más presencia.

10. JA MORANT.

A lo mejor es una de las situaciones más especiales de toda la liga. Un jugador con la capacidad de ser el líder de un equipo que hace dos años seguidos más de 50 victorias y segundos en temporada regular que el año pasado juega solo 9 partidos entre la lesión de muñeca y los problemas fuera de las canchas. Ser reincidente en un tema tan importante como la tenencia de armas, enseñándolas en redes y llegando desde su entorno a apuntar con una de ellas a un miembro del staff de los Pacers es un problema que a la NBA no gustó en absoluto. Una primera sanción no fue suficiente para su rehabilitación pues meses después estaba volviendo a enseñar pistolas en un directo de Instagram. La NBA, aunque tomó medidas, fue laxa y optó por una rehabilitación muy superficial con una sanción de 25 partidos y con visitas de Ja a un centro de rehabilitación. No se duda de sus capacidades dentro de la pista pero sus problemas para mantenerse dentro de ella nos hacen dudar más aún si cabe. Esperemos que se esté quietecito y que se dedique a jugar que su equipo lo necesita.

Foto vía: slate.com

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